Hay cosas en la vida que nos duelen, nos preocupan o nos generan ansiedad… precisamente porque no dependen de nosotros/as.
Personas que actúan de determinada manera, decisiones ajenas, situaciones externas, tiempos que no se cumplen, imprevistos, cambios que no vimos venir…
Intentamos controlarlo todo para sentir seguridad, pero el control absoluto es una ilusión.
Y cuanto más te aferras a lo incontrolable, más se activa el estrés, la frustración y el desgaste emocional.
En este artículo aprenderás cómo dejar ir lo que no puedes controlar para vivir con calma, aceptación y equilibrio interior.
1. Por qué queremos controlarlo todo
El control nos da una sensación de estabilidad.
Tu mente cree que, si controla, evita el dolor, el rechazo, la incertidumbre o el fracaso.
Por eso intentamos controlar:
- lo que otros piensan,
- lo que otros hacen,
- los resultados,
- el futuro,
- la opinión ajena,
- el ritmo de los cambios,
- incluso emociones que no queremos sentir.
Pero la realidad es clara:
el control externo es imposible.
Lo único que puedes controlar es tu actitud, tus decisiones y tu respuesta emocional.
2. El desgaste de intentar controlar lo incontrolable
Cuando te aferras a lo que no puedes controlar, aparece:
- ansiedad,
- frustración,
- miedo constante,
- pensamientos repetitivos,
- dificultad para disfrutar del presente,
- sensación de “nunca es suficiente”,
- agotamiento emocional.
Y lo más importante: pierdes energía que podrías usar para lo que sí depende de ti.
3. Cómo dejar ir lo que no puedes controlar
Aquí tienes estrategias prácticas para soltar, relajarte y recuperar tu paz interior:
🌿 1. Acepta la realidad tal como es
Aceptar no es resignarse.
Aceptar es ver las cosas con claridad y dejar de luchar contra lo inevitable.
La pregunta clave es:
“¿Puedo cambiar esto?”
Si la respuesta es no, comienza el proceso de soltar.
✨ 2. Diferencia entre lo que depende de ti y lo que no
Haz dos listas:
🔹 Cosas que puedo controlar: mis decisiones, mis hábitos, mi actitud.
🔹 Cosas que no puedo controlar: el comportamiento de los demás, el pasado, ciertos resultados, la opinión ajena.
Tu energía debe ir a la primera, no a la segunda.
🧘♂️ 3. Respira para volver al presente
Cuando intentas controlar lo incontrolable, tu mente se va al futuro.
La respiración consciente te devuelve al ahora y relaja tu sistema nervioso.
Prueba:
- Inhala 4 segundos
- Retén 2
- Exhala 6
Repite varias veces.
💛 4. Permítete sentir lo que aparece
Soltar no es ignorar.
Para dejar ir, primero necesitas sentir.
Tristeza, rabia, miedo, decepción… todas las emociones son válidas.
Pregúntate:
“¿Qué emoción está intentando protegerme?”
Cuando reconoces tus emociones, pierden intensidad.
🎯 5. Elige dónde poner tu energí
Cada vez que quieras controlar algo externo, cambia la pregunta:
“¿Qué sí depende de mí en esta situación?”
Ahí es donde está tu poder real.
🌙 6. Suelta expectativas irreales
Soltar también implica renunciar a la idea de cómo “deberían” ser las cosas, las personas o las situaciones.
La vida no sigue nuestros guiones.
Y eso no significa que vaya mal, significa que va como tiene que ir.
💬 7. Practica el autocuidado emocional
Para dejar ir, necesitas sentirse sostenido/a.
Descansar, hablar con alguien de confianza, escribir, hacer actividades que te calmen, buscar acompañamiento… todo suma.
Soltar no siempre es fácil, pero siempre es liberador.
4. Lo que pasa cuando empiezas a dejar ir
Cuando sueltas lo que no puedes controlar:
- baja tu ansiedad,
- sube tu bienestar emocional,
- tienes más claridad mental,
- recuperas energía,
- tomas decisiones más conscientes,
- te relacionas mejor contigo y con otros,
- vives más ligero/a.
Y lo más importante:
Empiezas a sentir paz… esa paz que se esconde detrás de aceptar la realidad.
5. El papel del coaching en el proceso de soltar
Un proceso de coaching puede ayudarte a:
- identificar tus patrones de control,
- gestionar tus emociones,
- dejar ir expectativas que te duelen,
- aprender a estar en el presente,
- recuperar la confianza en ti y en la vida.
Soltar es un proceso interno.
Y no tienes que hacerlo solo/a.
💬 Reflexión final
Dejar ir no es perder.
Dejar ir es despejar espacio para que pueda llegar lo que sí es para ti.
Es elegir tu paz antes que tu necesidad de tenerlo todo bajo control.
Porque cuando sueltas, algo dentro de ti se libera.
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